No son zumbidos cualesquiera los que abren la canción, en realidad se trata de la llamada a rezar en una mezquita árabe. Tal como hacen las campanas de la iglesia católica. Tal como hacen los mormones con sus sermones callejeros. Tal como hacen los chamanes con sus gritos y bailes tribales. Tal como hace el mercado con la publicidad. Tal como hacen los partidos políticos con las campañas electorales.
Son llamadas de atención que tratan de crearnos necesidades y miedos. Yo prefiero llamarlo zumbidos, ruido que te impide pensar con libertad.
PD: Gracias a Paco por esa colaboración con su guitarra.